jueves, 22 de marzo de 2012

JUJUY y 3 DE FEBRERO

JUJUY: 3 DE FEBRERO

Hoy martes 12 de Julio, cuatro meses que volvimos del centro tras aceptar con humildad que los números estaban a un paso de volverse calientes. Con las últimas de verano esa tarde quiso guardarse como otra moneda de cobre en las hendijas puercas de lo usual.
Llegando a 3 de Febrero por Jujuy a pié frente al hotel, quise transformar la noche magra en algo más cuando una criatura cruzó la trama irregular de baldosas sueltas hacia la calle.

Su suerte está resuelta, la penumbra que no ayuda al conductor del Mercedes champaña, mi asombro que me deja expectante-funcional a la picadora de carne, sus padres que no corren detrás como en mi orden natural. Las piezas encajan. Su muerte se conjuga.

Pero todo cambia, somos invitados a danzar los pasos como si un quinto los contara: resbalé sobre barro en equilibrio, pise cordón, asfalto, paso largo. Ella corre hacia ruedas que se retardan, conduce solo y sin mostrarse se aleja mientras le hago upa.

Nos miramos un segundo larguísimo
Es precioso
Somos el momento

Llora y patalea mientras la entretengo, la ofrezco a mi compañera con fidelidad, hasta acá llega mi magia y comienza mi mal genio en buena vibra. Busco padres, mi alma marea mis adentros en el absurdo de entender lo inaceptable. Con los brazos tocando cada puerta, se alistan los extraños con la sola intención que puebla nuestros ojos.

Me indigno en la respuesta pobre que dicta “debe ser un chico de la calle” como si la vía tuviera úteros empedrados entre los durmientes. Mi mano quiere estrangular o romper pero mi pierna pivotea al seguir no sé qué plan de devolverla a su madre, de encontrar la respuesta.
Regreso a esta noche en 3 de Febrero en pleno marzo, donde hay más luz que en esos cráneos.

Y veo la perla en lo alto, sostenida por brazos negros de esa madre sustituta, sonriente, libre al fin de esa gorda ausencia que la poseía aun en nuestro abrazo perfecto.
La estampida insana se mueve lerda sobre pavimentos jugeños, reclama la niña quién responde a la flaca que la escupió, que la dejo ir.

Ellas se alejan sin articular palabra alguna, sin mencionar su nombre

1 comentario:

  1. es una literatura que asombra, tiene cada palabra en su sitio justo, como si no fuera posible que pudiera ya ocupar otro.

    ResponderEliminar